El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres y la segunda causa de muerte por cáncer en estas. Debido a ello, es muy importante el diagnóstico precoz de la enfermedad, siendo la mamografía la principal prueba de cribado para detectar alteraciones incluso hasta dos años antes de que estas lesiones sean palpables.
Esta puede complementarse con la realización de una autoexploración mamaria periódica, pero nunca la exploración mamaria puede sustituir a las mamografías.
La autoexploración mamaria es la técnica a través de la cual una mujer inspecciona sus mamas y comprende una inspección visual y una palpación de las mamas. Esta técnica es importante para detectar cualquier alteración que se produzca en las mamas, como puede ser la aparición de un nódulo, cambios en la piel o la producción de líquido a través del pezón. En caso de detectar cualquier anomalía, debe consultar con su médico de atención primaria o con un especialista en patología mamaria.
1 de cada 8 mujeres va a sufrir un cáncer de mama a lo largo de la vida. A día de hoy, no se puede prevenir esta enfermedad, aunque algunos estudios recientes muestran que realizar ejercicio de manera habitual, evitar el sobrepeso en la menopausia, así como suprimir el consumo de alcohol puede reducir el riesgo de padecer el cáncer de mama.
El siguiente paso para reducir la mortalidad de esta enfermedad es diagnosticarla precozmente, y con este fin deben realizarse mamografías periódicas que pueden complementarse con la autoexploración mamaria.
Mediante la exploración de las mamas se pueden detectar alteraciones, como bultos, enrojecimiento o retracción de piel, que en ocasiones pueden ser síntomas de un cáncer de mama. Sin embrago, la mayoría de los hallazgos en la mama mediante un examen mamario son patología benigna como quistes y fibroadenomas.
Es conveniente realizarse una autoexploración mamaria una vez al mes. El mejor día para su realización es el 7º día tras el inicio de la menstruación, es decir, aproximadamente al día siguiente tras su finalización.
La autoexploración de mamas es una técnica que requiere cierto entrenamiento. Es aconsejable realizar el primer examen mamario de forma detenida, para conocerse bien las mamas y acompañada de un profesional que le enseñe y le indique los pasos a seguir.
Una correcta autoexploración mamaria consta de los siguientes pasos:
Paso 1. Colóquese frente al espejo con los brazos hacia abajo, a lo largo del tronco y observe las mamas, buscando alguna anomalía como una asimetría de tamaño, un enrojecimiento o retracción de la piel, un pezón invertido…
Paso 2. En segundo lugar eleve los dos brazos y observe frente al espejo si persiste alguna de las alteraciones que ha visto o si aparece alguna otra.
Paso 3. A continuación, fíjese si sale alguna secreción por el pezón, esta puede ser transparente, con sangre o lechosa.
Paso 4. Túmbese y pálpese las mamas con el pulpejo de los dedos. La mama izquierda con la mano derecha y viceversa. Esta palpación debe comprender desplazamientos pequeños para no dejar ninguna zona sin palpar.
Existen diferentes tipos de movimiento para realizar un correcto examen mamario: movimientos de fuera hacia el pezón (como rayos de sol), movimientos verticales y quizás el más recomendado, movimientos circulares desde el pezón hacia fuera en círculos concéntricos.
Paso 5. Por último, colóquese de pie o sentada y pálpese de nuevo las mamas realizando los mismos movimientos que en el paso 4.
Artículo redactado y validado por:
Dra. Elena López Miranda
Oncóloga Médica del Hospital Ramón y Cajal. Coordinadora de la Sección de cáncer de mama y tumores.
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