Es bien conocido por todos los beneficios que el ejercicio físico produce en nuestra salud, fundamentalmente a la hora de ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus y osteoporosis. Sin embargo, es menos conocido su beneficio a la hora de reducir el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer.
En España se han diagnosticado en el año 2019 aproximadamente 270.000 nuevos casos de cáncer. Así mismo el cáncer es la segunda causa de muerte en España, con una mortalidad del 26 %. Debido a esto, es muy importante fomentar aquellos hábitos que pueden reducir el riesgo de padecer cáncer, como practicar algún deporte o realizar ejercicio de manera habitual.
Existe amplia evidencia científica sobre el impacto positivo que tiene practicar de ejercicio físico de manera regular sobre la reducción del riesgo de padecer algunos tipos de cáncer.
Según el estudio recientemente publicado en Journal of Clinical Oncology , la realización de un ejercicio de intensidad vigorosa de manera regular, cuantificado en 7,5-15 MET horas / semana (unidad de medida del índice metabólico y que se define como la cantidad de calor emitido por una persona en posición sedente por metro cuadrado de piel).
Este estudio es un análisis agrupado de 9 cohortes de estudios prospectivos. Se realizó un seguimiento de 755,459 participantes (edad media, 62 años; 53% mujeres), durante 10.1 años. Durante este seguimiento se diagnosticaron 50.620 cánceres.
De este estudio se concluye que la realización de una actividad física de una intensidad vigorosa (7.5-15 horas MET / semana) se asoció con un riesgo estadísticamente menor de 7 de los 15 tipos de cáncer estudiados, incluido el cáncer de colon (8% -14% menor riesgo en hombres ), mama (6% -10% menor riesgo), endometrio (10% -18% menor riesgo), riñón (11% -17% menor riesgo), mieloma (14% -19% menor riesgo), hígado (18% -27% menor riesgo) y linfoma no Hodgkin (11% -18% menor riesgo en mujeres). Cuando se ajustaron estos resultados al índice de masa corporal, se eliminó el efecto del ejercicio físico sobre la reducción del cáncer de endometrio.
El realizar ejercicio físico de manera habitual, no sólo es importante a la hora de prevenir ciertos tipos de cáncer, sino que también ejerce un efecto positivo en aquellos pacientes que han sufrido o sufren un cáncer. Un estudio publicado en 2008 mostró que las mujeres activas tras el diagnóstico de un cáncer de mama tenían un 67% menor riesgo de recaída y un 45% menor riesgo de muerte que aquellas que tenían un estilo de vida inactivo.
Por otro lado, aquellos pacientes que sufren un cáncer y se encuentran en tratamiento, el realizar ejercicio físico de manera habitual, les ayuda a fortalecer los músculos, evita o mejora la rigidez en las articulaciones, disminuye la fatiga, mejora el sueño y el apetito.
Por ello, una manera de ayudar a los pacientes con cáncer es acompañarlos a realizar ejercicio físico de manera habitual. Este ejercicio deberá estar adaptado tanto en forma como en intensidad a las circunstancias de cada paciente.
Por todo ello debemos evitar llevar una vida sedentaria, practicando algún deporte o realizando ejercicio físico de manera regular, ya que ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer, como el cáncer de colon y el cáncer de mama y en aquellos pacientes que han sufrido o sufren cáncer, su práctica mejora de forma significativa su calidad de vida.
Artículo redactado y validado por:
Dra. Natàlia Eres
Oncóloga Médica del área de Ecomedicina y Oncología holística. Directora del Instituto Imohe.
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