PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE EL CÁNCER

Aquí encontrarás información acerca de las preguntas más frecuentes planteadas sobre el cáncer.

¿Qué es el cáncer?

Aunque hablamos de cáncer como si fuera una única enfermedad, lo cierto es que el cáncer es un conjunto de muchas enfermedades relacionadas. También denominado «tumor maligno» o «neoplasia maligna», el cáncer es una enfermedad en la que se produce la transformación de una célula normal en una célula que pierde el control sobre sus funciones dentro del organismo, conduciendo a su proliferación o replicación desordenada. Las células cancerígenas forman una masa de tejido, o tumor en un órgano y de ahí a través de las arterias, venas o vasos linfáticos puede extenderse a otros órganos del cuerpo, lo que se denomina metástasis. El cáncer es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, siendo responsable de más de 8,8 millones de defunciones según cifras de la Organización Mundial de la Salud.

¿Qué es un tumor?

Un tumor es una masa anormal de tejido formado a partir del crecimiento y proliferación de las células presentes en una parte del cuerpo. Un tumor puede ser benigno (no canceroso) o maligno (neoplasia o cáncer). Las células en los tumores malignos son anómalas y se dividen sin orden ni control. Estas células cancerosas pueden invadir y dañar tejidos cercanos y diseminarse a otras partes del cuerpo (lo que se llama metástasis).

¿Qué es un cáncer primario?

El cáncer puede iniciarse en cualquier órgano o tejido del cuerpo. El tumor original se denomina cáncer primario o tumor primario. Casi siempre se nombra de acuerdo con la parte del cuerpo en la que el cáncer comenzó, sin importar a qué otras partes del cuerpo se hayan propagado. Por ejemplo, un cáncer de mama que se propaga al hueso se sigue clasificando como cáncer de mama y no como un cáncer de hueso.

¿Cuántos canceres hay?

Aunque hablamos de cáncer como si fuera único hay muchos tipos de cáncer. Los diferentes tipos de cáncer reciben, en general, el nombre de los órganos o tejidos en donde se forman los cánceres, pero pueden también llamarse de acuerdo al tipo de células que los forman.

¿Cuál es el tipo de cáncer más común?

Los tipos de cáncer más frecuentes en el hombre son de pulmón, próstata, colorrectal, estómago e hígado; y en las mujeres, mama, colorrectal, pulmón, cuello uterino y estómago.

¿Es una enfermedad muy frecuente?

El cáncer es una enfermedad muy frecuente que afecta a más 13 millones de personas en todo el mundo que representa la segunda causa de muerte en la población general, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estima que casi una de cada seis defunciones en el mundo se debe a esta enfermedad.

¿Cuáles son sus causas?

No existe una causa única asociada al desarrollo de esta enfermedad, por lo que su origen se considera multifactorial. Los factores de riesgo que incrementan la posibilidad de padecer un cáncer son:

– Genéticos: aunque determinados tumores son más propensos a surgir en algunas familias, la mayoría de los cánceres no presentan una relación directa con los genes que heredamos de nuestros padres.

– Factores relacionados con el estilo de vida como el tabaquismo, la alimentación y el sedentarismo.

– Factores infecciosos: existen algunos carcinógenos biológicos, entre ellos el virus de la hepatitis B y C y algunos subtipos del Virus de Papiloma Humano (VPH) entre otros.

– Factores medioambientales o la exposición a ciertas sustancias químicas y radiaciones. Diversos agentes externos actúan sobre los genes de nuestras células y hacen que éstas se dividan descontroladamente. Es el caso de la exposición a rayos X, radiaciones ultravioletas o ciertos químicos industriales como el benceno, el amianto o diversos pesticidas.

¿Qué puedo hacer para prevenir el cáncer?

Las recomendaciones de los expertos pasan por tomar medidas que puedan disminuir el riesgo de presentar cáncer. Algunas de ellas son: no fumar, evitar el sedentarismo y la obesidad mediante la práctica de alguna actividad física y la ingesta de una dieta equilibrada rica en frutas y verduras y pobre en carnes rojas, reducir la ingesta de alcohol, evitar la exposición solar en los momentos de máxima radiación, etc. Seguir estas recomendaciones no garantiza que el cáncer no aparezca porque hay personas con un estilo de vida saludable que desarrolla la enfermedad. Pero merece la pena intentarlo porque sí que se consigue reducir el riesgo de presentar esta enfermedad y además algunas de estas estrategias de prevención ayudan también a controlar la aparición de otras enfermedades crónicas.

¿El cáncer es asintomático en sus fases iniciales?

La detección precoz del cáncer cuando se encuentra en sus etapas iniciales a menudo permite la posibilidad de curarlo y de contar con más opciones de tratamiento. En algunos casos de la enfermedad en la etapa inicial surgen signos y síntomas que pueden ser percibidos por el paciente, pero esto no siempre es así. La recomendación es no minimizar síntomas inusuales como periodos prolongados de cansancio, pérdida de apetito, ganglios aumentados de tamaño, aparición de algún bulto, alteriación de hábito intestinal, presencia de sangre en las heces o la orina, alteraciones en la piel, etc. Sin embargo, tampoco podemos vivir alarmados. Hay que hacer un justo balance en la interpretación de síntomas y realizar los controles médicos preventivos anuales.

¿Cómo se estudian los tumores malignos?

Ante la menor sospecha debe consultarse al médico quien valorará las molestias que se tienen (pérdida de peso, dolor, cansancio, cambios en el ritmo intestinal…), explorará al paciente en busca de alteraciones en la piel, ganglios aumentados de tamaño, aparición de bultos, etc. Posteriormente se valorará la necesidad de llevar a cabo exploraciones complementarias como, radiografías, TACs, resonancias o endoscopias. También pueden ser útiles los análisis sanguíneos que determinen la presencia de anemia o alteraciones en el funcionamiento de órganos como el hígado. Los marcadores tumorales en el análisis de sangre son unas sustancias que algunos tumores liberan, y aunque la mayor parte de las veces no aseguran la existencia del tumor, en ocasiones pueden ser útiles para valorar la respuesta a los tratamientos o sospechar una recaída una vez diagnosticado un cáncer.

Habitualmente los tumores se clasifican de acuerdo a su tamaño, la invasión a estructuras u órganos vecinos, la presencia de ganglios afectos y sí han producido metástasis. En base a esto, los oncólogos clasifican a los tumores en diversos estadios, lo que permite la selección del tratamiento más adecuado para cada situación.

¿Tardan mucho en crecer?

Por lo general, desde que se produce el daño en la primera célula, los tumores pueden crecer durante años y alcanzar un tamaño de al menos un centímetro para que pueda ser detectado con las pruebas diagnósticas que disponemos en la actualidad. Es por tanto, muy importante hacer un diagnóstico lo más precoz posible para que sea más fácil la curación. La detección en etapas tardías reduce la posibilidad de curación de manera drástica. En la actualidad existen diversas pruebas de detección precoz del cáncer que permiten realizar un diagnóstico en etapas tempranas de la enfermedad (mamografías en mujeres y test de sangre oculta en heces en hombres y mujeres).

¿Qué es la metástasis y cómo ocurre?

La metástasis es la diseminación del cáncer de una parte del cuerpo en donde se formó originalmente a otra parte del cuerpo. Para ello las células cancerosas se separan del tumor primario y a través del torrente sanguíneo o sistema linfático viajan y forman un tumor nuevo en otros órganos o tejidos del cuerpo. Se considera al nuevo tumor metastásico como el mismo tipo de cáncer que el tumor primario. De hecho si examinásemos al microscopio las células cancerosas de la metástasis veríamos células, por lo general, iguales a las del tumor primario.

¿A dónde se disemina el cáncer?

El cáncer puede diseminarse casi a cualquier parte del cuerpo, aunque en función del tipo de cáncer hay más probabilidad de diseminarse a algunas partes del cuerpo más que a otras. En muchos casos, las células cancerosas se diseminan inicialmente a los ganglios linfáticos cercanos al tumor primario (enfermedad locorregional). En otras ocasiones, el cáncer se disemina a otros órganos o a los ganglios linfáticos localizados lejos del tumor primario (enfermedad metastásica o distante). Los sitios más comúnmente afectados por metástasis son es a donde se extiende el cáncer son los huesos, el hígado y los pulmones.

¿Hay síntomas de cáncer metastásico?

El cáncer metastásico no siempre causa síntomas. Cuando los síntomas de cáncer metastásico ocurren, su naturaleza y frecuencia depende del tamaño y ubicación de las metástasis. Por ejemplo, cuando el cáncer se ha diseminado a los huesos suele causar dolor y fracturas. El cáncer que se disemina a los pulmones puede provocar sensación de ahogo o falta de respiración. La ictericia (piel y mucosas amarillas) o la inflamación del abdomen pueden indicar que el cáncer se ha diseminado al hígado. El dolor de cabeza intenso, las convulsiones o los mareos pueden ser síntomas asociados a la diseminación al cerebro. En ocasiones se detecta un cáncer primario después de que un tumor metastásico cause síntomas.

¿Cómo sabe el médico si el cáncer es un tumor primario o metastásico?

Por lo general, las células cancerosas son versiones anormales de las células del tejido donde se originó el cáncer. Los patólogos a través del examen de una muestra de tumor al microscopio y mediante el empleo de marcadores o test diagnósticos específicos son capaces de detectar casi siempre el origen de las células cancerosas. En ocasiones se puede detectar antes la presencia de metástasis que el tumor primario por la presencia de síntomas relacionados con la localización de la metástasis. Cuando se detecta un tumor nuevo en un paciente que ya había recibido un tratamiento para el cáncer en el pasado, hay que sospechar que se trate de una nueva metástasis y no de un tumor primario.

¿Es posible tener un tumor metastásico y no padecer cáncer primario?

Un tumor metastásico siempre proviene de células cancerosas localizadas en otra parte del cuerpo (tumor primario). Generalmente la realización de pruebas diagnósticas permite la detección del tumor primario, pero en algunos casos no se llega a detectar el tumor originario. En estos casos, la orientación diagnóstica del patólogo tras revisar la biopsia al microscopio puede ayudar a la realización de pruebas o test diagnósticos adicionales más dirigidos. Si aun así no se detecta el tumor primario es lo que se conoce como el tumor de origen desconocido o cáncer de origen desconocido. A pesar de no conocerse la localización primaria, los estudios anatomopatológicos, de laboratorio y el patrón de la diseminación metastásica pueden orientar al médico a la elección del tratamiento con más posibilidades de éxito.

Por el contrario, en la mayoría de los casos sí se consigue identificar la localización primaria del cáncer, y por tanto los tratamientos se realizarán de acuerdo al lugar donde comenzó el cáncer.

¿Cómo se tratan los tumores?

El tratamiento de los de tumores localizados suele ser la cirugía, aunque en ocasiones es posible aplicar tratamientos de radioterapia. En el caso de que el tumor se haya extendido a otras partes del cuerpo será necesario administrar sustancias químicas que lleguen a todas las partes donde se encuentra el tumor. En función del tipo de tumor se emplearán tratamientos de quimioterapia, hormonoterapia, terapias biológicas, inmunoterapia o combinaciones de estos tratamientos.

Por lo general está asociado al diagnóstico oportuno, de ahí que los programas de prevención y pesquisa resulten tan importantes. En cuanto al tratamiento como tal, está muy bien definida la forma de proceder según el riesgo oncogénico, y existen protocolos iniciales. Sin embargo, si bien siempre se parte de lo que estadísticamente es más frecuente, la misma enfermedad puede manifestarse o evolucionar de forma diferente en cada persona, razón por la cual se debe individualizar el tratamiento.

¿Cómo se trata el cáncer metastásico?

La quimioterapia, radioterapia, terapia biológica, terapia hormonal, inmunoterapia, cirugía, etc. son algunos de los tratamientos disponibles cuando el cáncer ha desarrollado metástasis. El tipo de tratamiento que se elige dependerá, por lo general, del tipo de cáncer primario, del tamaño y localización de las metástasis, así como de la edad, estado general y comorbilidades del paciente, y del tipo de tratamientos que haya recibido previamente. Los objetivos del tratamiento pueden ser desde conseguir la curación del paciente, hasta controlar el cáncer o aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Antes de instaurar un tratamiento es importante considerar los posibles efectos secundarios del mismo.

¿Se están concibiendo nuevos tratamientos para el cáncer metastásico?

En la actualidad se están realizando múltiples investigaciones en todo el mundo en muchos hospitales, universidades y centros oncológicos. Para el desarrollo de nuevos tratamientos es fundamental la realización de ensayos clínicos (estudios de investigación) gracias a la participación de pacientes que padecen cáncer. Los estudios clínicos son un paso crítico hacia la mejora de los tratamientos. Antes de que se recomiende un nuevo tratamiento, generalmente, se llevan a cabo diversos ensayos clínicos supervisados por las agencias sanitarias, que permiten definir si un nuevo tratamiento es eficaz y seguro para los pacientes. Los resultados de este tipo de investigaciones han permitido avanzar no solo en el tratamiento del cáncer, sino también en la detección, diagnóstico y prevención de esta enfermedad. Los pacientes interesados en participar en un estudio clínico deben consultar con su médico.

¿Qué debo saber sobre el tratamiento médico?

Dependiendo del organismo, no sólo la respuesta y la evolución van a ser diferentes, sino también los efectos secundarios a los tratamientos frente al cáncer. Hoy en día se cuenta con muchas herramientas para prevenir y manejar algunos de los efectos secundarios más comunes. Es común que el paciente presente debilidad y otros síntomas debidos a los tratamientos anticancerígenos. El médico responsable deberá explicar al paciente que molestias y efectos secundarios puede presentar y como combatirlos.

¿Cuál es el pronóstico de un tumor?

El pronóstico de un tumor es muy variable y dependerá del tipo de cáncer, la localización, el estadio o etapa de la enfermedad, el estado de salud del paciente y de otros muchos factores como el grado, algunas características de las células cancerosas y la respuesta a los tratamientos administrados.

¿Qué es el grado de un tumor?

El grado de un tumor o grado histológico se usa para clasificar la anormalidad de las  células cancerosas respecto a las células sanas del mismo tipo de tejido cuando se ven al microscopio. Define la rapidez con la que puede crecer y diseminarse un cáncer.

El grado de un tumor no debe confundirse con la etapa o estadio del cáncer. El estadio se refiere a la extensión del cáncer, basándose en factores como la localización del tumor primario, el tamaño, la presencia de ganglios linfáticos afectos y la diseminación a distancia en forma de metástasis.

¿Afecta el grado de un tumor las opciones de tratamiento del paciente?

Cuando el patólogo examina al microscopio una biopsia tumoral puede determinar el grado del tumor así como otras características de las células tumorales. Está información puede resultar de utilidad al oncólogo para identificar tumores más agresivo o más indolentes y así preparar un plan de tratamiento individualizado para cada paciente. Generalmente, un grado bajo indica un pronóstico mejor. Por el contrario los tumores de alto grado tienden a crecer y diseminarse con más rapidez. Sin embargo, la importancia del grado de un tumor en la elección del tratamiento y su valor pronóstico dependerá del tipo de cáncer y del estadio en el que se encuentre la enfermedad.

¿Qué son los marcadores tumorales?

Los marcadores tumorales son sustancias que se encuentran en la sangre, orina, o tejidos del cuerpo de algunos pacientes. Son producidos por el propio tumor o por el cuerpo como respuesta a la presencia de cáncer o ciertas condiciones benignas (no cancerosas). Entre los ejemplos de marcadores tumorales se encuentra el PSA (cáncer de próstata), el CEA (cáncer de colon), el CA-125 (cáncer de ovario) y el CA 15-3 (cáncer de mama). Es posible que un marcador tumoral ayude a diagnosticar un cáncer o determinar si el tratamiento es eficaz o si el cáncer volvió a aparecer. Sin embargo, la interpretación de los niveles de los marcadores tumorales tiene que realizarse por el médico especialista ya que existen ciertas limitaciones. En ocasiones, condiciones benignas pueden causar un aumento de los niveles de algunos marcadores tumorales. Además, no todos los pacientes con cáncer tendrán elevados los marcadores tumorales y estos no siempre son específicos de un tipo concreto de cáncer. En la actualidad, el uso principal de los marcadores tumorales es evaluar la respuesta del cáncer al tratamiento y detectar la recaída. El papel de los marcadores tumorales como método útil en la detección y diagnóstico precoz del cáncer está siendo investigado por los científicos.

¿Se puede hablar de curación completa del cáncer?

La curación del cáncer es posible. Muchos de los cánceres diagnosticados en etapas iniciales pueden ser curados en un 100% de los casos. Una vez completado el tratamiento, el paciente entrará en un periodo de seguimiento que incluye la realización de exploraciones médicas y visitas al especialista con cierta periodicidad. El problema suele ser cuando la enfermedad se detecta en estadios avanzados. En estos casos y especialmente en algunos tipos de tumores las posibilidades de curación se reducen de forma significativa. Si bien los avances disponibles apuntan a tasas cada vez mayores de curación y supervivencias más prolongadas, se prevé un aumento en el número de nuevos casos de cáncer en los próximos años, por lo que la prevención y el diagnostico precoz son considerados como la mejor estrategia contra esta enfermedad.

¿De qué depende el éxito del tratamiento contra el cáncer?

En general el éxito del tratamiento está asociado al diagnóstico en etapas iniciales, de ahí la importancia de la prevención y los programas de detección precoz. Hoy en día está muy definido la forma de proceder y existen protocolos bien establecidos para cada tipo de tumor. Sin embargo, una misma enfermedad puede manifestarse o evolucionar de forma diferente en cada paciente, por lo que es esencial individualizar el tratamiento en cada caso. El éxito de tratamientos contra el cáncer es un área de investigación muy activa y se están llevando a cabo múltiples ensayos clínicos con el fin de mejorar los resultados en el tratamiento de esta enfermedad.

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