En estos momentos, el estado de alarma que vivimos a raíz del virus COVID-19 activa los mecanismos más primarios establecidos en el cerebro para la supervivencia. Estos mecanismos dan preferencia a la activación de las amígdalas cerebrales, las cuales nos ayudan a mantener un estado de ansiedad, miedo e irritabilidad, por encima del córtex prefrontal relacionado con la flexibilidad, ecuanimidad y procesos de solución de problemas.
Conocer este hecho es muy importante para el paciente oncológico ya que el estrés interfiere en la activación del sistema inmune haciéndolo más vulnerable. Además, afrontar las emociones con un buen apoyo psicológico refuerza el bienestar en estados de aislamiento.
En procesos oncológicos, además, ya existe cierta inmunosupresión, por lo que es aún más necesario conocer estos mecanismos para intentar actuar sobre ellos, por ejemplo, es importante sentirnos cerca de nuestros familiares, aunque sea a través del teléfono o el ordenador.
Dichos mecanismos son necesarios para poder resolver y salir de situaciones de riesgo en segundos. El problema aparece cuando el malestar se mantiene en el tiempo, ya que un proceso que debería durar minutos pasa a durar horas o días. Esto no solo influye en nuestro sistema inmune, sino también en nuestra calidad de vida.
Todo este proceso traducido al día a día, se convierte un aumento de la sensación de vigilancia y por consiguiente una búsqueda de paliar dicho malestar. Es en este momento donde pueden aparecer o aumentar viejos hábitos desadaptativos como el tabaco, una dieta basada en azúcares, aislamiento social, etc. Lo que también afectará nuestra salud.
Lo mas importante es recordar que lo que buscamos inconscientemente es la sensación de seguridad, proveniente de la activación de hormonas más relacionadas con la zona cerebral del hipocampo.
Por este motivo, en estos momentos donde se impone un confinamiento, es importante recordar que las amígdalas cerebrales son solo una pequeña parte del cerebro y podemos ayudar a relajarlas, aunque nuestro cerebro tenga miedo. Por lo que disminuir el sufrimiento con un apoyo psicológico será de gran ayuda para reducir todo el estrés, viendo otros puntos de vista, volver a un estado de calma y mantener nuestra salud física y mental lo más alta posible.
Artículo redactado y validado por:
Ramon Gibert
(Psicólogo y nutricionista). Unidad de Psicología holística y psicosomática en Imohe.
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