¿Qué es el contraste en un TAC y para que se utiliza?

¿Qué es el contraste en un TAC y para que se utiliza?

Las imágenes obtenidas en una TAC son generalmente en blanco y negro y las diferentes estructuras son de una tonalidad muy variada dentro de una gran escala de grises. Esto hace que a veces sea necesario la utilización de contrastes.

Los contrastes son sustancias que se introducen en el organismo por distintas vías para conseguir distinguir alguna estructura que de otra forma no podríamos visualizarla por tener la misma tonalidad en la escala de grises que otra estructura contigua.

También se utilizan para estudiar la vascularización de los distintos órganos o para valorar las arterias y venas de cualquier parte del organismo.

 

¿Qué precauciones hay que tomar antes de administrar el contraste?

 

Para el empleo de cualquier contraste es imprescindible que el paciente firme un consentimiento.

La dosis administrada se calcula según el peso y la edad del paciente y también según la concentración y composición del medio de contraste y el estudio que vayamos a realizar.

La dosis habitual es de 1 cc/kg de peso. En general, hay dos grandes grupos de contrastes: positivos y negativos:

  • Los primeros son aquellos que opacifican la estructura a estudiar en un tono más blanco (hiperdenso) que el resto de las estructuras adyacentes puesto que son opacos al paso de los rayos X. Como contrastes positivos más utilizados tenemos el sulfato de bario y las sales de yodo y se pueden administrar por vía oral, rectal, intravenosa o intraarterial. Otras vías empleadas son la intravaginal, intraarticular o a través de catéteres.
  • Los negativos son aquellos que hacen que dicha estructura o cavidad se tiña de un color gris más oscuro o negro que lo que le rodea (se vuelve hipodensa). En la TC el contraste negativo más empleado es el agua y a veces también el aire y suelen administrarse por vía oral o rectal.

En los estudios más habituales se utilizan contrastes orales (sulfato de bario) e intravenosos (soluciones yodadas). El contraste oral lo bebe el paciente en la sala de espera, poco a poco, durante unos 45 minutos para conseguir que se opacifique todo el intestino.

El contraste intravenoso, se introduce habitualmente pinchando en una vena de la flexura del codo, al entrar en la sala del scanner.

 

Efectos secundarios que pueden tener los contrastes

 

Pueden surgir ciertas complicaciones a la hora de administrar los contrastes (sobre todo los intravenosos) que hay que tener en cuenta:

Extravasación del contraste en el punto de punción: generalmente por rotura de la vena periférica, que ocasiona dolor, hinchazón e inflamación en dicho lugar.

Reacción alérgica leve: generalmente, a los contrastes yodados. El paciente refiere naúseas, sudoración y aparición de enrojecimiento cutáneo y habones, acompañado o no de picor.

Reacción alérgica grave: generalmente a los contrastes yodados. El paciente refiere hinchazón en la garganta y puede acompañarse de hipotensión, convulsiones, parada respiratoria y/o cardiaca.

En cualquiera de estos casos, la enfermera se lo comunicará al médico radiólogo, que pautará la medicación necesaria. Si el paciente ha sufrido una reacción alérgica en algún estudio, ya sea leve o grave, debe comunicarlo siempre que vaya a realizarse cualquier prueba de imagen que requiera la utilización de contrastes.

Hoy en día las reacciones alérgicas son poco frecuentes puesto que los contrastes se han mejorado mucho a lo largo del tiempo y además para ellas contamos con tratamientos eficaces por lo que no debemos tener miedo si es necesario administrarnos algún contraste para la realización de un estudio radiológico.

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Artículo redactado y validado por:

Laura López González

Laura López González

Doctora en Medicina. Licenciada Especialista en Radiodiagnóstico en el Complejo Asistencial Universitario de León.

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