¿Qué es el linfoma de Hodgkin y cuáles son sus síntomas?

Linfoma Hodgkin: Exploración de un médico a una mujer adulta.

El linfoma de Hodgkin, también conocido como enfermedad de Hodgkin o LNH, es un tipo de cáncer que se desarrolla en el sistema linfático, el sistema encargado de proteger al cuerpo de infecciones y enfermedades. Este sistema está compuesto por tejidos linfáticos, así como por órganos que producen, transportan o almacenan glóbulos blancos. Algunos de estos son el hígado, la médula ósea, las amígdalas, los ganglios linfáticos, el bazo o el timo.

Es preciso que conozcamos los síntomas, las causas, las pruebas de detección y los tipos existentes, así como sus tratamientos para conocer esta afección en profundidad.

Síntomas del linfoma de Hodgkin

El síntoma más común del linfoma de Hodgkin es una hinchazón en el cuello, la axila o la ingle. Esta suele ser indolora en la mayoría de los casos.

La inflamación es causada por un exceso de linfocitos afectados, glóbulos blancos, que se acumulan en un ganglio linfático. Los ganglios linfáticos son pequeños bultos de tejido, del tamaño de un guisante, que se encuentran por todo el cuerpo y contienen glóbulos blancos que ayudan a combatir las infecciones.

Sin embargo, hay otros factores que producen la hinchazón de estos ganglios linfáticos, como suelen ser unas respuestas a una infección.

Síntomas iniciales

Otros signos y síntomas iniciales para tener en cuenta para detectar el linfoma de Hodgkin pueden ser:

  • Sudoración nocturna.
  • Pérdida de peso involuntaria.
  • Tos persistente o sensación de falta de aire.
  • Cansancio o fatiga persistente.
  • Picazón intensa en la piel.
  • Dolor en los ganglios linfáticos cuando se bebe alcohol.
  • Sangrado excesivo como hemorragias nasales, manchas de sangre debajo de la piel o períodos menstruales abundantes.

Causas y factores de riesgo del linfoma de Hodgkin

Actualmente, desconocemos cuál es la causa de la aparición del linfoma de Hodgkin. Sin embargo, existen factores de riesgo que pueden contribuir a un aumento de posibilidades en su desarrollo:

  • Consumir medicamentos inmunosupresores.
  • Tener una condición médica que debilite el sistema inmunológico.
  • Haber estado expuesto previamente al virus de Epstein-Barr, el cual causa fiebre glandular.
  • Tener un pariente de primer grado que haya tenido la afección. Por ejemplo, padre/madre, hermano/a o hijo/a.

Pruebas para detectar el linfoma de Hodgkin

Si hay sospechas de tener esta afección, el médico de cabecera realizará un examen físico sencillo junto con algunas preguntas de salud. Si el doctor lo considera prudente, el paciente será derivado al hospital para realizar otras pruebas. Generalmente, en el hospital, se realizará una , es un biopsia, la única forma de confirmar un diagnóstico de linfoma de Hodgkin.

La biopsia consiste en extirpar parte,o en su totalidad un ganglio linfático para ser analizado en el laboratorio. Generalmente se utiliza anestesia local, pero puede requerir de anestesia general, si no se puede acceder al ganglio linfático cómodamente.

Tras la biopsia, el patólogo será el encargado de revisar la muestra de tejido y determinar si se encuentran presentes células cancerosas. También se puede identificar el tipo de linfoma de Hodgkin que tiene el paciente.

Si una biopsia confirma un diagnóstico de linfoma de Hodgkin, se necesitarán más pruebas para verificar hasta dónde se ha propagado el linfoma. Esto permite al clínico diagnosticar la etapa del linfoma.

Otras pruebas pueden incluir:

  • Análisis de sangre: se tomarán muestras de sangre a lo largo del diagnóstico y tratamiento para verificar la salud general del paciente, los niveles de glóbulos rojos y blancos y plaquetas en la sangre, y si están funcionando correctamente los órganos como el hígado y los riñones.
  • Muestra de médula ósea: se puede realizar otra biopsia para ver si el cáncer se ha propagado a la médula ósea. Esta prueba se realiza extrayendo una muestra de la médula ósea de la pelvis y puede ayudarse de anestesia local.
  • Radiografía de tórax: puede verificar si el cáncer se ha propagado a su tórax o pulmones.
  • Tomografía computarizada (TC): esta exploración toma rayos X que crean una imagen en 3D del interior del cuerpo para verificar la propagación del tumor maligno.
  • Imagen por resonancia magnética (IRM): esta exploración utiliza fuertes campos magnéticos para generar una imagen detallada de las áreas del cuerpo, y verificar la propagación del cáncer.
  • Tomografía por emisión de positrones (PET): esta exploración mide la actividad de las células en diferentes partes del cuerpo y puede verificar la propagación del cáncer y el impacto del tratamiento. Por lo general, se toma al mismo tiempo que una tomografía computarizada para mostrar con precisión cómo funcionan los tejidos de diferentes partes del cuerpo.

Linfoma de Hodgkin

 

Tipos de linfoma de Hodgkin

Hay diferentes tipos de linfoma de Hodgkin, con diferente crecimiento y propagación. Por esta razón, es importante identificar el tipo, ya que puede tener un impacto directo en el tratamiento a seguir. Cabe mencionar que son los médicos los que determinan la tipología.

La tipología del linfoma de Hodgkin es atribuida por los médicos tras realizar una biopsia de los tejidos y analizar las proteínas de las células.

A continuación te daremos una pequeña descripción de cada tipo de linfoma de Hodgkin que existe.

Linfoma de Hodgkin clásico (cHL)

En países desarrollados, este tipo de linfoma de Hodgkin representa más del 9 de cada 10 casos. Las células de cHL son un tipo anormal de linfocitos B a los cuales se les llaman células Reed-Sternberg (RS). El Linfoma de Hodgkin clásico también cuenta con subtipos:

  • Esclerosis nodular cHL: el subtipo más común en países desarrollados y en casos de jóvenes . Es el causante de 7 de cada 10 detecciones. Se caracteriza por células Reed-Sternberg mezcladas con glóbulos blancos normales en los ganglios linfáticos, principalmente en las zonas del cuello o del tórax.
  • Celularidad Mixta cHL: Se encuentra con más frecuencia en hombres y pacientes con VIH. Tanto niños como ancianos pueden verse afectados. Puede surgir de cualquier ganglio linfático, aunque tiende a ocurrir en la parte superior del cuerpo.
  • Depleción de linfocitos: se caracteriza por unos linfocitos normales con abundancia de células Reed-Sternberg. No es muy común.
  • Linfoma de Hodgkin con depleción linfocitaria: Se trata de la afección menos común, es la más agresiva de todas y está caracterizada por la presencia de numerosos linfocitos de apariencia normal y células Reed-Sternberg clásicas. Puede afectar a la médula ósea, los ganglios linfáticos del abdomen, el hígado y el bazo.

Linfoma de Hodgkin con predominio linfocitario nodular (NLPHL)

A menudo se desarrolla en los ganglios linfáticos del cuello, la ingle o la axila. Es más común en personas jóvenes.

Las personas con este tipo de afección tienen células grandes en el área afectada llamadas “células LP” que contienen una proteína llamada CD20 en su superficie. Esta proteína generalmente se encuentra en personas diagnosticadas con linfoma no Hodgkin de células B.

El linfoma de Hodgkin con predominio de linfocitos nodulares a menudo se trata de manera diferente al cHL. Algunas personas no necesitan un tratamiento de inmediato, mientras que otras pueden necesitar un procedimiento que incluye radioterapia o quimioterapia.

Las personas con linfoma de Hodgkin con predominio de linfocitos nodulares tienden a tener un pronóstico positivo. Lo que significa que el tratamiento, si es necesario, tiene muchas posibilidades de tener éxito. Sin embargo, un pequeño número de personas puede desarrollar un tipo más agresivo de linfoma no Hodgkin llamado linfoma difuso de células B grandes.

Linfoma no Hodgkin

Tanto el linfoma no Hodgkin como el Hodgkin comienzan en los glóbulos blancos llamados linfocitos. No obstante, la principal diferencia está en el linfocito específico que involucra cada uno. Esta diferenciación la hará un doctor tras examinar las células cancerosas. Si la célula es Reed-Sternberg, el linfoma se clasifica como tipo Hodgkin. Por otro lado, si la célula de Reed-Sternberg no está presente, se clasifica como no Hodgkin.

La característica principal del linfoma no Hodgkin es que sus células cancerígenas crecen de manera descontrolada, con propensión a propagarse a otras partes del cuerpo. A diferencia del linfoma Hodgkin, es más común en adultos que en niños.

Según American Cancer Society la tasa de supervivencia es de un 70% a 5 años tras el tratamiento.

Nuevos tratamientos para linfoma de Hodgkin

Los principales tratamientos para el linfoma de Hodgkin son:

  • Quimioterapia.
  • Terapia Dirigida.
  • Radioterapia.

Ocasionalmente, la quimioterapia puede combinarse con medicamentos esteroides. Otros tratamientos pueden incluir el trasplante de células madre o de médula ósea.

Por lo general, la cirugía no se usa para tratar la afección, a excepción de la biopsia que se usa para diagnosticarla.

Si requieres de más información, quieres compartir inquietudes sobre el cáncer o cualquier aspecto relacionado con esta afección, no dudes en contactar con nosotros, estamos a tu disposición para ayudarte en lo que necesites.

 

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Artículo redactado y validado por:

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