En los últimos años, el número de casos de cáncer de piel ha aumentado de manera alarmante junto con los hábitos de exposición solar de las personas. Entre los diferentes tipos de cáncer de piel, se encuentra el melanoma, muy poco frecuente ya que sólo el 1% de los pacientes con cáncer de piel lo padecen, pero muy letal si no se detecta ni se sigue un tratamiento a tiempo.
A continuación, te informaremos sobre qué es el melanoma, qué tipos de melanoma existen, qué síntomas y signos hay para detectarlo y los tratamientos existentes para tratarlo.
Cómo ya se ha mencionado anteriormente, el melanoma es un tipo de cáncer de piel. Comienza en las células pigmentarias de la piel llamadas melanocitos, es decir, aquellas células encargadas de dar a la piel su color bronceado o marrón. Se habla de melanoma cuando los melanocitos comienzan a crecer sin control.
Si bien es verdad que el melanoma es mucho menos frecuente que aparezca en comparación a otros tipos de cáncer de piel; es el que conlleva más riesgo ya que tiene una probabilidad de expansión más alta a otras partes del cuerpo si no se detecta y trata a tiempo. Puede propagarse a través del sistema sanguíneo y linfático a órganos distantes como los pulmones, el hígado y el cerebro.
Cabe resaltar que las células en casi cualquier parte del cuerpo pueden convertirse en cáncer y expandirse a otras áreas de éste. Para obtener más información sobre el cáncer, cómo comienza y se propaga, puede consultar “¿Qué es el cáncer?”.
Destacamos las siguientes estadísticas:
Es por esta razón que es de vital importancia hacer un seguimiento del estado de la piel, buscando detectar todos los cambios que se presenten.
También, las probabilidades de desarrollar melanoma pueden ser mayores en base a ciertos signos:
Conocer el riesgo permite llevar a cabo un seguimiento más óptimo, esto es importante porque los melanomas tienen una tasa de curación del 99% si se detectan en las primeras etapas. Es decir, una detección temprana tiene un gran impacto en el éxito del tratamiento.
Para tener un conocimiento más amplio sobre el melanoma, se presentan a continuación sus cuatro tipologías:
Este es el más común ya que representa el 70% de todos los melanomas. Cuando surge de un lunar ya existente, su crecimiento suele darse en la superficie y luego penetra más profundamente en la piel.
Lugar del cuerpo (mayor frecuencia): En las piernas de las mujeres, los torsos de los hombres y la espalda de ambos.
Color: marrón, negro, azul, blanco, rojo, rosa o tonos bronceados en general.
Este tipo representa del 10 al 30% de todos los casos de melanomas y es el más agresivo. Crece de manera rápida en la profundidad de la piel.
Lugar del cuerpo (mayor frecuencia): Torso, brazos, piernas y cuero cabelludo.
Color: Entre azul y negro, aunque también puede presentarse con un color entre rojizo y rosa.
Este tipo de melanoma es más frecuente que aparezca en personas de mayor edad, el cual surge de la piel con daños causados por quemaduras solares.
Lugar del cuerpo (mayor frecuencia): cara, orejas, brazos y parte superior del torso.
Color: entre azul y negro, pero también puede presentarse con colores bronceados entre marrón y marrón de tono oscuro.
El tipo más común en personas de color.
Lugar del cuerpo (mayor frecuencia): debajo de las uñas, palmas de las manos (o planta de los pies).
Color: tono marrón o negro.
El primer signo de un melanoma suele ser un lunar nuevo o un cambio en la apariencia de uno ya existente.
Los lunares normales son generalmente redondos u ovalados, con un borde liso y, por lo general, no superan los 6 mm de diámetro. Sin embargo, observar sólo el tamaño es un error debido a que no es un signo seguro de melanoma. Un lunar saludable puede tener más de 6 mm de diámetro y un lunar canceroso puede ser más pequeño.
Los signos para tener en cuenta en cuanto a la supervisión de un lunar:
También, existe una lista de verificación ABCDE que sirve para ayudar a diferenciar un lunar normal de uno con melanoma de una manera más fácil de recordar:
El tratamiento para combatir el melanoma dependerá del estado general de salud del paciente y de la etapa del melanoma en que se encuentre:
El tratamiento principal para el melanoma suele ser la cirugía. El procedimiento consiste en extirpar el cáncer y parte de la piel normal que lo rodea. La cantidad de piel sana extirpada dependerá del tamaño y la ubicación del cáncer de piel.
Por lo general, la escisión quirúrgica (extirpación) del melanoma se puede realizar con anestesia local en el consultorio del dermatólogo. Sin embargo, los casos más avanzados pueden requerir otros tipos de tratamiento como los siguientes:
Cabe mencionar que el tratamiento más adecuado en cada caso será escogido tras un ensayo clínico, es decir, un programa de investigación realizado con pacientes para evaluar un tratamiento médico, medicamento o dispositivo.
Si necesitas más información sobre el melanoma o cualquier aspecto relacionado con el cáncer, no dudes en contactar con nosotros.
Artículo redactado y validado por:
MEDSIR
Compañía dedicada a la gestión y desarrollo de ensayos clínicos en oncología. Respalda el portal de pacientes Convive con el Cáncer. medsir.org
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