Las siglas PET significan tomografía por emisión de positrones. Consiste en obtener imágenes a través de la medicina nuclear, es decir, inyectando pequeñas cantidades de radiofármacos que consiguen evaluar las funciones de tejidos y órganos. Al combinarlo con la tomografía axial computarizada (TAC) o con la resonancia magnética nuclear (RMN) se consigue localizar con mayor exactitud el área anatómica a estudio.
En oncología, el radioisótopo que se utiliza con más frecuencia es la fluorodesoxiglucosa F-18 o FDG. Es una molécula parecida a la glucosa. El racional de esta técnica de imagen se basa en la diferente actividad metabólica de las células tumorales.
Éstas son más activas que las células sanas, por lo que consumen más glucosa. Cuando se procesan las imágenes, las zonas “calientes” o más activas, “brillan” con mayor intensidad. De esta forma se diferencian las células metabólicamente más activas de las menos.
La incorporación de la prueba PET-TAC al resto de técnicas diagnósticas ha supuesto un gran avance para muchas especialidades, no sólo para la Oncología. Destacaremos dos: en Cardiología y en Neurología.
En Cardiología cobra especial interés en aquellos pacientes con infartos de miocardio extensos, para conocer la viabilidad miocárdica, es decir, la cantidad de células del músculo del corazón que pueden funcionar con normalidad.
En Neurología se utiliza en los estudios de demencia (enfermedad de Alzheimer, demencia frontotemporal, etc) y en algunos tipos de epilepsia.
Otro de los beneficios es el diagnóstico precoz de enfermedades y la posibilidad de acertar en el tratamiento que vamos a realizar para mayor beneficio del paciente.
La cantidad de radiofármaco que se inyecta es tan pequeña que no suele ser necesario tomar precauciones contra la exposición radioactiva después de este procedimiento diagnóstico. Las reacciones alérgicas al radiofármaco con excepcionales.
Se debe consultar siempre con el médico ante la posibilidad de estar embarazada o amamantando por el riesgo de que pase el radiofármaco al feto o a la leche materna
El PET-TAC se puede utilizar en diferentes momentos de la enfermedad oncológica con distintos objetivos:
La mayor precaución en el PET-TAC la deben tomar los pacientes diabéticos, ya que tanto los niveles de glucosa en sangre como el tratamiento con insulina pueden alterar los resultados de la prueba.
Los objetos de metal como joyas, relojes, gafas, broches, no se pueden llevar.
Como ya hemos comentado, se debe informar siempre de la posibilidad de embarazo y de si está amamantando en ese momento.
El PET-TAC es una prueba de imagen muy útil en Oncología, pero no siempre necesaria. Consulta con tu Oncólogo si tienes dudas al respecto.
Artículo redactado y validado por:
Dra. Ana López González
Doctora en Medicina. Oncóloga Médica en el Complejo Asistencial Universitario de León, Unidad de mama. Tutora de Residentes. Responsable de la Unidad de Ensayos Clínicos.
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