Si tengo que definirte qué es para mí la Psicooncología te diré que es la profesión más bonita del mundo, pero te lo explicaré desde una perspectiva algo más científica.
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La Psicooncología, el resultado de una necesidad
Como sabrás, el cáncer es una enfermedad multifactorial. Esto significa que se produce por varias causas y motivos. Tener esto en cuenta hace que surja la necesidad, por tanto, de atender la enfermedad y sobre todo al paciente oncológico y su familia desde diferentes disciplinas.
Aquí es donde nace la Psicooncología, fruto del deseo por dar un soporte más justo al paciente, teniendo en cuenta la parte psicológica, social y espiritual que lleva asociada esta enfermedad.
A pesar de que parece obvio que el cáncer compromete el estado psicológico del paciente y de sus seres queridos, no es hasta la década de los 80 cuando se considera la Psicooncología como una especialidad dentro de la ciencia de la Psicología, aunque ya, desde mucho antes se prestaba este apoyo por parte de profesionales del campo de la salud mental.
Definiendo la Psicooncología y el rol del psicooncólogo
Por tanto, podemos decir que la Psicooncología es una rama dentro del campo de la Psicología, ejercida por psicólogos sanitarios especializados en el área de la Oncología y los cuidados paliativos.
El psicooncólogo interviene en todas las etapas del tratamiento (prediagnóstico, diagnóstico, tratamiento, curación, recaídas o fase final de vida). Dentro de cada etapa habrá diferentes objetivos o necesidades a tratar, que además también en cada caso particular serán distintas.
Apoyo al paciente
Desde que comienzan las pruebas diagnósticas hasta el diagnóstico definitivo, el paciente vive momentos de mucha preocupación e incertidumbre.
Con la noticia de la enfermedad, el miedo al dolor, a la muerte o a otras cuestiones se activa de manera inmediata, haciendo que nuestro sistema nervioso esté en un estado de alerta que necesita regularse. Es aquí donde el psicooncólogo tiene el derecho y el deber de apoyar al paciente a ventilarse emocionalmente, identificar sus miedos y ayudarle a un afrontamiento de la enfermedad más saludable.
Los tratamientos vienen acompañados también de mucha incertidumbre y de síntomas secundarios que necesitan atenderse (profilaxis, cambios en la imagen corporal, efectos secundarios de la quimioterapia como por ejemplo, los vómitos condicionados).