¿Qué es un linfedema?

Linfedema: síntomas y tratamiento

Un linfedema es la acumulación de líquido en los tejidos blandos del cuerpo. Se produce cuando el sistema linfático no es capaz de drenar la linfa – conocida también como líquido linfático. El sistema linfático ayuda a combatir infecciones y otras enfermedades transportando la linfa a través del cuerpo.

 

Podemos diferenciar dos tipos de linfedema:

  • Linfedema primario: se produce por si solo cuando hay una alteración en el sistema linfático.
  • Linfedema secundario: se produce cuando ha habido alguna alteración debida a operaciones quirúrgicas, traumatismos o infección.

 

Con mayor frecuencia el linfedema afecta los brazos y las piernas, pero también puede surgir en rostro, cuello, torso, abdomen (vientre) y órganos genitales.

El linfedema, además, puede ser provocado por la extirpación o el daño de los ganglios linfáticos como parte de un tratamiento oncológico. 

Generalmente lo padecen las personas que han recibido tratamiento para el cáncer de mama o cánceres que afectan las vías urinarias, la vejiga, los riñones, la próstata, los testículos o el pene. Puede desarrollarse de inmediato después de una cirugía o radioterapia, o puede producirse meses o hasta años después de haber finalizado el tratamiento para el cáncer.

 

¿Cuáles son las causas que provocan un linfedema?

 

Para los pacientes oncológicos, el linfedema puede ocurrir por muchos factores condicionantes a los tratamientos para combatir el cáncer, siendo éste un efecto secundario a largo plazo. Algunas de las causas podrían ser:

  • Obstrucción del sistema linfático a causa del incremento del tamaño de un tumor.
  • Tumor que afecta o bloquea los ganglios o conductos linfáticos de cuello, tórax, axila, pelvis o abdomen.
  • Cirugía en la que se extirparon los ganglios linfáticos.
  • Daño a los vasos linfáticos durante la radioterapia, que puede causar que haya demasiado líquido linfático en los tejidos.
  • Enfermedades cardiovasculares, artritis y eczema.

 

Síntomas del linfedema y métodos de detección

 

Los signos y síntomas del linfedema se pueden manifestar de la siguiente manera:

  • Hinchazón que comienza en el brazo o la pierna, incluso en los dedos de los pies y de las manos.
  • Sensación de pesadez o rigidez en el brazo o la pierna.
  • Endurecimiento y engrosamiento de la piel (fibrosis).
  • Tensión, brillo, calor o enrojecimiento en la piel.
  • Cuando el linfedema se manifiesta en la zona de la cabeza y cuello se puede presentar dificultad para mover el cuello, la mandíbula o los hombros.
  • Disminución de la visión debido a la hinchazón de los párpados.

 

Los síntomas del linfedema pueden empezar lentamente y no siempre es sencillo detectarlos. Muchas veces los únicos síntomas pueden ser pesadez o dolor en un brazo o una pierna. Otras veces, el linfedema puede comenzar repentinamente. Es posible que un linfedema producido por el tratamiento oncológico no aparezca sino hasta meses o años después de éste.

Si presentas alguno de estos síntomas, te recomendamos hablar con tu médico lo antes posible ya que la hinchazón podría traducirse también como reaparición del cáncer. Hay que aprender a detectar estos síntomas para que la prevención sea más temprana.  

 

¿Hay algún tratamiento para el linfedema?

 

Aunque el tratamiento puede ayudar a controlar el linfedema, actualmente este trastorno no tiene cura. El tratamiento se centra en disminuir la hinchazón y controlar el dolor.

 

Drenaje linfático manual

 

Puede favorecer la circulación del líquido linfático para alejarlo del brazo o de la pierna. Ayuda a que el líquido linfático obstruido drene adecuadamente hacia el torrente sanguíneo y pueda reducir la hinchazón. 

Evita los masajes en el área afectada si tienes una infección en la piel, coágulos sanguíneos o una enfermedad activa en las zonas donde se vaya a hacer el drenaje linfático. La terapia de drenaje linfático manual más conocida es el Método Godoy y es una de las técnicas más aconsejadas tras una extirpación u operación.

 

Cirugía o microcirugía

 

En algunos estudios pequeños según BreastCancer, una organización sin fines de lucro dedicada a brindar la información sobre el cáncer de mama, indica que existe una posible utilidad de la cirugía en los casos en los que un linfedema particularmente intenso o avanzado no responde a otros tratamientos.

Las intervenciones quirúrgicas que destacan son las anastomosis linfático-venosas, los trasplantes o cirugía de transferencia ganglionar y la liposucción específica de linfedema.

Estas cirugías se encuentran todavía en etapa de prueba y no están disponibles en todas partes. Además, la cirugía se considera una opción de último recurso para el linfedema grave que no responde al tratamiento. En la mayoría de los casos, no se consideraría la cirugía como opción de tratamiento. Eso sí, como siempre decimos, es importante consultar con tu médico. 

 

Tratamiento farmacológico

 

Tu médico puede recetarte antibióticos para tratar infecciones o fármacos para aliviar el dolor cuando sea necesario.

 

¿Cómo podemos prevenir los linfedemas?

 

Aún se sigue investigando los factores de riesgo que lo causan; sin embargo hay algunas formas de prevenirlo:

  • Mantener un peso saludable. Sigue una dieta rica en frutas y vegetales. Si puedes, haz ejercicio todos los días. Reduce el estrés y trata de dormir lo suficiente. 
  • Cuidarse la piel. Una manera de reducir el riesgo de desarrollar linfedema es evitar lesiones o infecciones en la piel. Esto se debe a que las células que combaten las infecciones se trasladan a la zona donde se sufre la lesión y causan hinchazón.
  • Evitar ponerse ropa ajustada. No uses prendas de ropa ajustadas que dejen marcas profundas en las piernas, como calcetines o pantalones deportivos con puño elástico. Ponte ropa holgada que no deje marcas.
  • No exponerse a temperaturas extremas. Evita las saunas o jacuzzis. Limita las duchas calientes a menos de 15 minutos. No te apliques almohadillas térmicas ni hielo en las áreas hinchadas.
  • Hacer ejercicio. El ejercicio leve, como caminar, es una buena manera de ayudar a que los fluidos del cuerpo fluyan mejor. Si es posible, trata de caminar todos los días.

 

Esperamos haberte ayudado con nuestra información sobre el linfedema. Si deseas más información sobre este tipo de contenidos, te invitamos a que nos dejes tus ideas y comentarios.

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Artículo redactado y validado por:

MEDSIR

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Compañía dedicada a la gestión y desarrollo de ensayos clínicos en oncología. Respalda el portal de pacientes Convive con el Cáncer. medsir.org

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